lunes, 21 de noviembre de 2011
Vértigo
¿Aún no has hecho esto? No tengo tiempo. ¿Te has acordado de ir a comprar? ¿Hasta cuándo vas a esperar para arreglarlo? ¿Estás aprovechando la tarde? No tengo tiempo. ¿Cuándo lo harás? Mi tiempo es oro, ¿sabes? No tengo todo el día. Solo puedo hablar contigo diez minutos. Tengo prisa. No tengo tiempo. No tardes. Tengo mucho trabajo, no me esperes despierta. No tengo tiempo. ¿Otra vez?...
La gente utiliza demasiado estas frases. Y lo odio.
Cualquiera pensaría que si dices eso es que no eres feliz porque no tienes tiempo para serlo, lo cual es una soberana chorrada.
¡Ni que el mundo nos obligase a alejarnos de los nuestros a base de trabajos, prisas, agobios o estrés!
Todos los que viven con estas excusas por bandera al final de sus vidas lamentarán no haber hecho más cosas importantes de verdad.
Todo nos lo creamos nosotros.
Espero no convertirme nunca en una persona así, por mucho trabajo o responsabilidades que tenga. Ante esas situaciones es cuando toca calmarse y hacer las cosas sin prisas.
¿Creíais que lo de "vísteme despacio, que tengo prisa" no tenía sentido?
Da vértigo la de tonterías que soltamos por la boca.
Y da vértigo ver cómo nos complicamos la vida.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario