viernes, 18 de noviembre de 2011
Oh, I just died in your arms last night
~En días como hoy, en los que las nubes negras gobiernan el cielo, solo tengo ganas de ponerme los calcetines más calentitos que tengo y de acurrucarme bajo una mantita blanca.
Y si llueve, mejor.
Y si truena, mejor.
Y si me quedo dormida, mejor.
Y si estás conmigo, abrazándome, mejor.
Tal vez así deje de pensar que hace tiempo todo era más fácil. O al menos dejará de importarme.
Ojalá pronto llueva a mares, así si estoy triste podré salir a pisar charcos.
O podré ponerme mi chubasquero rojo y dar un paseo mientras la gente corre a resguardarse bajo los balcones.
Y si aun así siguiera triste, no pasaría nada, porque las lágrimas se camuflarían con las gotas de lluvia. No, no pasaría nada.
Ojalá entonces vinieras con tu paraguas y caminásemos juntos, así me olvidaría del frío que hace.
Pero de momento ni llueve, ni lloro, ni vendrás con un paraguas.
Me basta con que te quedes conmigo bajo la mantita y que me digas que mañana será otro día.
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